"Es impresionante la mancha de peces muertos que se formó en el embalse del dique El Frontal en sólo 48 horas. Las autoridades deben actuar urgente: investigar las causas y ponerle punto final a este asunto porque dentro de poco desaparecerá la fauna y la flora ictícola, y hasta el mismo dique...". El tucumano Héctor Gallo, de 29 años, se topó con este escenario días atrás, cuando se disponía a pescar. Al regresar de Las Termas de Río Hondo vino a LA GACETA para hacer público su reclamo "porque es incomprensible la impunidad con la que actúan las industrias que tiran sus desechos a los ríos".

El testimonio de Gallo fue corroborado por Carlos Alvarez, guía termense que acompañó al tucumano. Juntos recorrieron el embalse y se sorprendieron cuando vieron que la masa de peces muertos se extendía "desde el centro del lago hasta la desembocadura del río Salí, ocupando una superficie aproximada de unos cuatro o cinco kilómetros de ancho por ocho kilómetros de largo...", precisó Alvarez. Añadió que hace 15 años trabaja como guía y que hacía varios años que no veía una mortandad de peces de tal magnitud. "Lo que vimos es similar al desastre que produjo hace como ocho años el derrame de un transformador de la estación de energía El Bracho", rememoró Alvarez durante la charla con nuestro diario. También recordó que el día que fueron de pesca vieron flotar bagres muertos muy pequeños, pero al día siguiente -y a medida que pasaban las horas- aumentaba considerablemente la cantidad de peces muertos. "Ya no sólo eran bagres -acotó Gallo-. Otras especies estaban siendo víctimas de la contaminación. Nos fuimos a la desembocadura del Salí y hallamos un lamentable panorama: vimos morir tarariras, mojarras, bogas, sábalos, pejerreyes y palometas, mientras otra gran cantidad de peces andaba en la superficie como si les faltara oxígeno. El fuerte olor del agua nos llamó la atención y decidimos meter las manos. Nos dio la sensación de habernos mojado con nafta o aceite".

Hasta el jueves último la situación no había variado mucho, según informó Alvarez. "Siguen muriendo peces y pareciera que a nadie le importa este desastre", remarcó.

Tanto Gallo como Alvarez expresaron que si no se frena la contaminación desaparecerá la fauna ictícola y el lago se volverá inservible para el uso humano. Pidieron a los industriales que no descarguen efluentes en los ríos, y al Gobierno que castigue con todo el peso de la ley y severas multas a los que violan las normas de preservación del medio ambiente "porque la situación es para llorar", enfatizaron.